jueves, 18 de febrero de 2010

Resident Evil 5: Mercenaries Reunion

Concluida nuestra fase de exploración inicial en la planta de la mansión (durante la cual sólo habremos encontrado cadáveres de los pobres infelices que nos hayan precedido y ni un solo monstruo ni muerto viviente al que disparar) descendermos a las húmedas y lúgubres catacumbas de la hacienda. La apariencia de este entorno, así como el cambio en la ambientación sonora, nos pondrá inmediatamente en guardia. Pronto descubriremos una nueva amenaza de considerable envergadura, armada con una enorme ancla de navío que usa de manera similar a como el ejecutor majini blandía su hacha, que conserva apenas retazos de apariencia antropomórfica, y cuyos rasgos parecen inspirados en los de una estrella de mar. Al margen de esta monstruosidad, sólo nos importunarán ocasionalmente zombis convencionales, de los que yacen inertes en el suelo y reaccionan sólo ante la proximidad de alguno de nuestros protagonistas.



Durante el resto de la aventura sólo deberemos enfrentarnos una y otra vez con estos seres de pesadilla, que nos atacarán solos o en pareja. Deberemos derrotar a alguno para conseguir fragmentos del emblema con el que abriremos una de las últimas puertas antes del enfrentamiento final con el malvado Albert Wesker, pero en ocasiones nos bastará con poner pies en polvorosa y dejar atrás a nuestros perseguidores. Durante el encuentro final deberemos esquivar los ataques de nuestro archienemigo, a sabiendas de que carecemos de la fuerza física necesaria para derrotarle, y conociendo incluso el desenlace de nuestro combate. Hemos echado en falta alguna cinemática inédita que contextualice mejor el relato, y de hecho ni siquiera está presente la charla final entre Ozwell. E. Spencer y Albert Wesker.


Ante este episodio añadido a la última entrega de la saga zombi de Capcom experimentamos sentimientos encontrados. Porque es evidente que quien disfrutara del juego va a hacerlo de Perdido en un Mar de Pesadillas, y la calidad del producto es más que evidente, pero más que un epílogo que viene a completar un vacío quizás habría sido interesante incorporar al juego original un prólogo que hubiera colmado las expectativas de los grandes fans de Jill Valentine, que lamentaron no poder contar con ella como personaje jugable del modo historia y que vieron una compañera sustituta para Chris que no era aquella junto a la cual habían empezado a amar la saga. Además, la duración de este capítulo añadido es bastante variable. Mientras que para descubrir todos los secretos, hallar todas las referencias veladas a personajes importantes de la franquicia, vencer a todos los enemigos (que de hecho son un mismo monstruo, todo el rato) y completar la historia con la máxima calificación en el modo Veterano nos harán falta, como mínimo, un par de horas, si optamos, en cambio, por rehuir los enfrentamientos, recoger únicamente aquellos tesoros que nos vayamos encontrando y jugar la aventura en modo Aficionado, habremos terminado en poco más de veinte minutos, lo que a todas luces se nos antoja, pese a lo intenso de la aventura, como una adición de extrema brevedad.


Es cierto, por supuesto, que este añadido modesto al modo historia no llega solo, y que incorpora una variación del modo Mercenarios, en la que vamos a encontrar a nuevos personajes. De momento han sido incorporados Excella Gione, de la compañía farmacéutica Tricell, y Barry Burton, del equipo de seguridad de élite S.T.A.R.S. Pero conviene aclarar que mientras que su presencia revela un par de fichajes bastante interesantes con los que disfrutar de un modo tan trepidante en solitario como en modo cooperativo, por lo demás, este modo es casi idéntico al que encontrábamos en el juego físico. En algunos escenarios encontraremos enemigos que no estaban antes en ese nivel, pero ahí terminan las novedades. Descubriremos también que el fondo de armario de nuestros protagonistas es de lo más pintoresco. Preparaos para conocer los trajes nuevos de Chris y Sheva: Veremos a Redfield caracterizado como un raro guerrero que parece salido de Mad Max III – Más Allá de la Cúpula del Trueno o con su equipamiento “heavy metal”, con protecciones defensivas, tatuajes y ametralladora gatling. Sheva lucirá tipo con su vestimenta de secretaria y su espectacular caperuza de cuento de hadas.

Con todo, justo es reconocer que estamos ante un producto muy disfrutable, que tiene el encanto de transportarnos a un entorno que recuerda poderosamente el escenario de las primeras aventuras de la franquicia, y protagonizado por la pareja protagonista de la primera entrega. Además, el precio de las descargas es bastante ajustado, por lo que el enojo que comporta habitualmente el lanzamiento de nuevos contenidos en forma de fascículos coleccionables, previo paso por caja, en este caso no será excesivo... Siempre que obviemos que quien desee en España jugar estos episodios añadidos deberá, forzosamente, adquirirlos en su versión descargable, ya que Resident Evil: Gold Edition no será puesto a la venta en formato físico, como sí sucederá en otras latitudes. Lo que supone, sin duda, un agravio comparativo que cabe lamentar y que resulta inexplicable.


Lo mejor

- Regresar a un escenario cuyas resonancias nos transportan al inicio de la saga
- Poder jugar con Chris y Jill, de nuevo.
- Al nivel del resto del juego, por lo que quien lo disfrutase en su día puede pasarlo igual de bien jugando el episodio descargable.
- Las nuevas incorporaciones al modo mercenarios.

Lo peor

- Corta duración, pese a que es necesario un cierto tiempo para desbloquear todos los extras y encontrar todos los tesoros.
- Ni una cinemática inédita, al margen de la que da inicio al juego. No sabíamos todo lo que había pasado en la mansión Spencer, pero jugando a Resident Evil 5 ya nos enterábamos de lo más significativo.
- Poca variedad de enemigos.
- Son pocos los retos en forma de rompacabezas a los que deberemos hacer frente.




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